06 marzo, 2010

El Dilema del Justicialismo en la Capital mendocina

El Domingo 28 de marzo las escuelas se abrirán en Capital, sólo en Capital, porque son parte de las pasadas legislativas del 28 de Junio, aunque paradójicamente se desarrollen en un clima político distinto a aquella triste jornada.
Fruto del aguzado instinto de supervivencia del Intendente Víctor Fayad, Capital votará sola ante la mirada de todo el País por primera vez en su historia.
Esta jornada electoral tiene muchas lecturas y representa un desafío para diversos protagnistas políticos y económicos; desde Macri, Cobos, pasando por personajes de la farándula y un Justicialismo que, una vez más, quedará expuesto en su triste realidad: no logra interpretar el sentir del Vecino capitalino.
Si repitiésemos en la lista de concejales la misma cantidad de votos que los obtenidos por el resto de la boleta el 28 de Junio; no se si superamos el porcentaje de los votos en blanco. Más allá del porcentaje Capital es un distrito crecientemente esquivo para el Justicialismo.
Desde un lejano 1973, en el que un Compañero fue elegido Intendente hasta el día de hoy nos separa un abismo en la consideración del Vecino de la Ciudad Capital.
Y desde 1983 hacia adelante el desencuentro se fue afianzando. Primero conservando las proporciones Nacionales y Provinciales y ya en las últimas paradas cediendo ante fuerzas minoritarias y obteniendo una cantidad de votos que en nada corresponden al carácter Nacional y Popular de nuestro Movimiento
Las razones... de eso se trata. No pretendo cargar culpas ni mucho menos, pero sí buscar las ideas que nos permitan transitar el camino del reencuentro con el Vecino de la Ciudad.
Muchas veces escuché -con tono de escusa- que al Justicialismo le va mal en Capital por la mayor proporción de "clase media" entre los votantes a diferencia de los distritos en los que se sí se gana y que -por lo tanto- no vale la pena preocuparse porque "siempre será así".
La Capital de Mendoza nos será esquiva como lo es la Ciudad de Buenos Aires y los grandes centros urbanos.
Nunca me gustó ese "concepto" pero durante algún tiempo lo acepté poque venía de personas que se supone que saben de lo que hablan y desean lo mejor para el Movimiento. Pienso que es una idea determinista y desalentadora. Y por lo tanto peligrosa para el sostenimiento del Peronismo.
De un dato parcial -composición socioeconómica- del voto capitalino llegamos a un concepto político que restringe nuestro accionar a una parte de la sociedad y no a la Sociedad en su conjunto. Y la idea de Nación justamente trasciende esos límites.
Y , paradójicamente, el análisis va por un lado y la acción por otro. Se utiliza el "determinismo social" del voto Justicialista para justificar los fracasos electorales, pero no para militar por los sectores que se dicen representamos.
Esto es así porque el Justicialismo de la Capital Mendocina ha acompañado históricamente como "vocal" u "oposición funcional" a un proyecto político ajeno y que tiene como eje el beneficio de sectores que "operan" en la Ciudad, pero que no viven acá ni son Vecinos. Para los habitantes sólo hay contaminación, ruido, smog, saturación de los espacios públicos y vías de comunicación, inseguridad, mugre y miserias de todo tipo. Y para votar el proyecto del radicalismo... nada mejor que la UCR. Por eso el votante Peronista no encuentra opción en Capital.
No es que no nos votan porque son "todos gorilas" sino, que nosotros no hemos sabido expresar una diferencia respecto del status quo, no hemos trasladado -hasta ahora- el Proyecto Nacional al debate político en Capital.
Espero, y es mi deseo, que todos los Justicialistas de Capital construyamos una verdadera alternativa para los Vecinos. Que trabajemos por los que viven aquí y no por aquellos que sólo tienen intereses, pero no raíces ni afecto por esta comunidad.
Una ciudad limpia no es pasar el trapo por los canteros, sino una ciudad libre de humo en el aire, con el espacio suficiente para transitar con comodidad, sin contaminación sonora.
La ciudad de Mendoza es el espejo de la Provincia y debe ser un modelo de desarrollo urbano sustentable, como el que se impulsan en las ciudades más avanzadas del mundo. Si recuperamos esa senda seguramente también obtendremos otros resultados a la hora de contar los votos.

@VicenteJEspeche